LA IMPORTANCIA DE LOS OFICIOS EN LA ECONOMÍA Y POR QUÉ SE DEBEN PROFESIONALIZAR


SANDRA HERRERA C.[1]
Directora de la Escuela Internacional Creativa y de Innovación

JOSÉ MARIO CALLE P.[2]
Director de Proyectos Escuela Internacional Creativa y de Innovación

 

RESUMEN

La demanda educativa actual pide a gritos desesperados por un cambio que esté acorde con la realidad del mercado actual, sin embargo, las universidades se han quedado acartonadas en medio de modelos curriculares que responden a sus intereses, y no a los intereses de los jóvenes, en especial en los países en desarrollo, donde se requiere de formación que permita vincularse al mercado de forma rápida y generar recursos para cubrir sus necesidades, de allí la fuerza que han tomado plataformas que se enfocan en ofrecer competencias, saberes y aptitudes de formación rápidas tal es el caso de NextU, entre otras, lo cierto es que grandes empresas hoy están contratando sin demandar para ello un título universitario, pues se validan y se busca la competencia pertinente de acuerdo con su necesidad particular, finalmente el llamado es a reinventar la universidad, su proceso de formación y comunicación con la industria, o en el poco tiempo veremos cómo desaparece a vez que no aporta a la competitividad, antes por el contrario puede terminar frenando el crecimiento económico de los países.

El sistema de educación siempre se ha preocupado por generar procesos de formación pertinentes, y que permitan el desarrollo de las regiones, sin embargo hoy la realidad, de la pertinencia de lo que se requiere en el mercado, dista mucho de la real pertinencia de los procesos de formación, generando con ello una alta deserción de la educación superior, pues los modelos curriculares se han quedado cortos ante la realidad un estudiante sale al mercado y encuentra que no es competente, por lo que deben optar en tomar cursos de especialización que les permita competir en un mercado cambiante a velocidades abismales, el avance tecnológico y el relacionamiento entre pares no permite que los egresados de la educación puedan vincularse rápidamente al mundo laboral.

Las ofertas laborales exigen no solo el título de profesional, sino que tengan conocimientos técnicos especializados como metodologías ágiles de proyectos (scrum, kanban, Waterfall, lean, manufacturing, entre otros), conocimientos en marketing digital, solicitan certificaciones internacionales, que los currículos en su mayoría no ofrecen a los egresados de hoy. Dicha exigencia del mercado ha llevado que muchos de los jóvenes que egresan no encuentran trabajo, generando con ello no solo el poco manejo a la frustración de éstos, sino a un aumento en el índice de suicidios y terminar en labores que poco o nada tienen que ver con el área en la que se formaron.

Hoy muchas empresas u organizaciones como Oracle, Google, Apple o IBM, que vienen generando procesos de certificación de competencias específicas, que le permiten a las personas obtener de manera rápida un certificado que los hace competentes en un mundo laboral competitivo, así mismo, el mercado está cambiando y grandes compañías en el mundo, Google, Apple, IBM, están contratando a personas sin títulos universitarios.

Sam Ladam, director de la oficina de talento humano de IBM, ha señalado que quieren encontrar nuevos talentos teniendo en cuenta sus habilidades. Y agregó que, para ello, incluyen a personal con formación técnica conseguida mediante diferentes alternativas como cursos presenciales o virtuales.

Es importante aclarar que estas empresas no desestiman la importancia de la formación que brindan las universidades, sin embargo, han decidido eliminar esa barrera de sus requerimientos de contratación. (NextU;, 2021)

¿Porque se ha venido optando por no exigir el título profesional?

La brecha del conocimiento que existe entre los programas académicos que ofrecen las universidades y las necesidades reales que tienen las empresas, han llevado a que muchas de éstas diseñen nuevos esquemas de reclutamiento validando no solo conocimientos específicos para el puesto a desarrollar, sino también reconociendo y validando el conocimiento adquirido desde la experiencia del candidato. Estas situación se ha venido tratando en diferentes escenarios, en los que se cuestiona si la educación tradicional que ofrece la universidad, cumple con los requerimientos del mercado y las necesidades de las personas que necesitan solucionar de manera ágil su vida laboral, por ello alternativas como cursos o programas que formen profesionales en las áreas más necesitadas, se convierten en una opción para muchas personas, que prefieren acceder a este tipo de formación, algunas veces sin importar el costo, pero esto resulta más ágil y más pertinente para el desarrollo de su vida laboral.

Todo lo anterior ha llevado que los empresarios, diseñen sus propios modelos de formación que llevan no solo al montaje de un andamiaje adicional, donde forman a sus empleados en toda la cadena de valor. La Escuela Internacional Creativa y de Innovación, en su ejercicio ha identificado empresarios que tienen empleados los cuales sus gerentes de Producción , los llaman “profesionales expertos”, al realizar la identificación de perfiles y competencias, se encuentra que los profesionales en su mayoría no tienen un título de educación más allá del bachillerato, pero para el empresario es su experto en mantenimiento, en uso de maquinaria especializada, entre otros, y que al tratar de reemplazarlos por profesionales universitarios no logran obtener los mismos resultados.

El proceso de profesionalizar los cargos conlleva a altos costos para la empresa en procesos de selección, inducción (6 meses o hasta un año), donde finalmente el profesional seleccionado, termina declinando su vínculo laboral por no adaptarse a las exigencias del cargo, generando con ello altos costos para la empresa en cada uno de esos procesos de selección, inducción, reinducción y formación.

Es por esto que los empresarios han optado por tener un personal con conocimiento desde el hacer y la experiencia. El cambio en las preferencias de contratación, significa una oportunidad, especialmente para jóvenes recién graduados de secundaria o de desempleados que no pueden acceder a una formación universitaria o que simplemente certifican ciertas competencias o habilidades, convalidando o reconociendo procesos de formación o el desempeño de oficios que permiten desempeñar la actividad que el empresariado requiere.

Esto ha llevado a que empresas como Intel Corporation desarrollen programas académicos que, en alianza con colegios, brindan a los jóvenes la oportunidad de formarse en las áreas TI y salir al mercado con competencias que les permitan acceder a un trabajo. Esta compañía estadounidense (Intel), por ejemplo, creó la iniciativa “Next Generation of Native American Coders”, que aplicó con colegios en California y Arizona, EEUU. (NextU;, 2021)

Las empresas han evidenciado que los procesos de selección se vienen modificando al igual que sus manuales de competencias y habilidades, se ha entendido que los saberes específicos y el reconocimiento de saberes y experiencia hace sus procesos más ágiles y productivos, están “desacartonando” sus procesos de selección que no se requiere necesariamente de un profesional, con maestría y doctorado, sino un “profesional”, con saberes específicos, con esto no se quiere minimizar los conocimiento de los graduados de las universidades, por el contrario, es un llamado urgente al sistema de educación para se inicie con un modelo flexible modular, una formación “a la carta” que permita una enseñanza mucho más cercana a la realidad del empresariado y a las necesidades de los estudiantes.

El caso de Google es representativo, porque la idea de fondo es que las habilidades que se enseñan en los centros educativos, y no solo las sustantivas, carecen de relevancia para la vida real: tienen mucho de pérdida de tiempo. No se trata solo de los conocimientos, sino de la perspectiva, de la forma de pensar, de las cualidades requeridas, de la manera de enfocar los problemas. Google está buscando personas con un tipo de mentalidad específica, y la universidad, mucho más que producir esa clase de mano de obra, tiende a arruinarla. La gente que tiene éxito en la universidad está entrenada para tener éxito en ese ambiente. “Una de mis frustraciones cuando estaba en la universidad es que sabía que el profesor estaba buscando una respuesta específica”, afirmaba Bock, y en su empresa lo que se busca son opciones, no una contestación predeterminada. (Hernández, 2018)

Es urgente que las políticas públicas y la transformación en los modelos de educación, permita un cambio rápido que genere transformaciones sociales y mejores condiciones para los jóvenes y adultos que por el sistema ya no son productivos, condenando a la sociedad al crecimiento de las brechas sociales y de la economía informal, situación que se viene acrecentando como efecto de los cambios gobierno la falta de continuidad de las políticas, efecto post covid y la falta de gestión de las universidades en sus transformaciones en los procesos de enseñanza aprendizaje.

Así mismo, el empresariado viene generando pérdidas por sus modelos de gestión del talento humano, unas inversiones grandes en los procesos de selección (contratan caza talentos y múltiples pruebas), con el fin de no equivocarse en sus procesos y hacerlos más estables, pues en su mayoría los profesionales llegan sin las competencias requeridas, los procesos de inducción presuponen que el candidato llega con las condiciones requeridas, y luego los procesos de sostenibilidad del empleado son muy débiles, por las brechas que se encuentran tanto el profesional como el empresariado, se solicita mucha formación, idiomas etc., y el profesional debe invertir demasiado en certificaciones para poder finalmente ser competente ante la exigencias del mercado. Generando con ello, no sólo un desgaste en los procesos empresariales, sino también aumento en las frustración y problemas de salud mental en los futuros profesionales, los profesionales graduados, empresarios y emprendedores.

El País en España, lanzo un programa “UNA GENERACIÓN EN BUSCA DE FUTURO, “La vida me va con retraso”, en el cual preguntaba ¿Cómo es ser joven en 2021?, en donde se evidenció que el muro infranqueable que les impide ver el futuro tiene cifras desoladoras. El paro juvenil (entre los 20 y los 29 años) alcanza el 27%, llegando a picos del 41% entre las mujeres de menos de 25 años. La temporalidad llega al 51%. La comparación con países vecinos deja en muy mal lugar a España; la media de los 27 miembros de la Unión Europea fue en 2020 del 12% para el paro juvenil y del 30% para la precariedad. En España el riesgo de pobreza es el doble. Pepe, desde Alcalá de Guadaira (Sevilla): “Estudié políticas y sociología, pero mi trabajo, soñado claro, es de tele operador”, dice con ironía. “Me prometieron que si estudiaba tendría una vida feliz y, en cambio, no es así”, opinaba Andreu Ruiz, 27, quejándose de un ascensor social roto: “Soy el único miembro de mi familia que tengo estudios de posgrado y sé que soy el que peor va a vivir”. Está en paro y hace unos días recibió una oferta de un supermercado para trabajar como cajero y reponedor. (Gosálvez, 2021)

No es diferente en Colombia y en Latinoamérica, donde los jóvenes reclaman condiciones laborales, y las posibilidades de mejorar sus condiciones económicas y sociales, al terminar sus estudios y poder acceder a programas de empleo que les garanticen posibilidad de crecer y garantizar sus pagos y sostenibilidad. Durante las jornadas de protestas vividas en Colombia en abril de 2021, “Los manifestantes protestan contra la desigualdad, la falta de oportunidades en educación y empleo y la precariedad e informalidad laboral. Según su lectura del país, el empresariado ha perpetuado estas problemáticas, actuando comopilar de un modelo económico que consideran excluyente.” (Pardo, 2021)

De igual forma en la Cumbre Mundial para la Innovación en Educación (WISE por sus siglas en inglés) realizó una encuesta a 9.509 jóvenes de entre 16 y 25 años de 20 países diferentes de todo el mundo, en donde, tan solo el 27% de los jóvenes se siente totalmente satisfecho con su Educación. ¿Qué proponen ellos para mejorar esta situación? Más del 60% desea tener un enfoque educativo más individualizado, que los docentes les orienten sobre su futuro profesional de forma personal y sobre formas de aprender y estudiar según las necesidades de cada uno.

También reflejan la importancia de aprender las habilidades del siglo XXI, como las nuevas tecnologías (inteligencia artificial, codificación, etc.) Los jóvenes valoran su formación. Casi el 90% cree que la Educación es más que estudiar una carrera y un 84% le da importancia a aprender tanto en el centro como fuera de él. Sus dos principales razones para asistir a clase son ampliar conocimientos y prepararse para el futuro (89%), y encontrar trabajo y ganar dinero (87%). (Llanos, 2020)

Como puede observarse es una constante, en la visión de los jóvenes y de la población adulta que le sucede lo contrario que los jóvenes, unos porque no son pertinentes para el mercado laboral y los otros porque tienen demasiada edad ya no son aptos para el mercado laboral, según muchos casos se encuentran sobre perfilados. Aunque en el ejercicio realizado desde la Escuela Internacional Creativa y de Innovación hemos identificado empresarios que contratan jubilados porque son los que tienen el conocimiento y la experiencia necesaria para el desarrollo de ciertas actividades especializadas en la empresa. Lo que nos lleva a proponer un rediseño en las políticas de educación y en las políticas que regula los ministerios del trabajo, donde se regularicen los salarios, no es posible que se exijan para algunos casos unos requisitos laborales exagerados como doctores con tres idiomas, con certificaciones internacionales y con unos salarios tan irrisorios que no garantizan la sostenibilidad de los trabajadores y ni la permanencia en las empresas.

Así mismo cambiar los modelos de formación que permita mejor acceso y calidad Un niño pobre recibe dos años y medio menos de aprendizaje que uno rico. Esto significa para el futuro que un niño pobre solo alcanzaría la mitad de su potencial, mientras que un niño rico, alrededor de tres cuartos de su potencial. La desigualdad en educación es una de las fuentes principales de las inequidades en Colombia, aseguró María Dávalos, economista senior del Banco Mundial en una presentación sobre desigualdad. (La Republica;, 2021)

Bajo este esquema nunca lograremos equilibrar las condiciones sociales ni el cierre de brechas cuando no se garantiza educación con calidad y en condiciones equitativas, el mejoramiento de las ofertas educativas, bajo el concepto de flexibilidad que busque la formación de competencias y habilidades y el metodologías de reconocimiento de experiencias y experticias que permitan que los oficios y la economía informal hagan parte de la base de transformación del modelo de esas habilidades necesarias para el desarrollo.

Reiteramos todo ello implica un cambio en los modelos de admisión de las universidades, un cambio curricular, de la forma de enseñanza y aprendizaje y una verdadera articulación con el empresariado, los trabajadores independientes, los oficios y los informales, los cuales poseen los conocimientos y son conocedores de las competencias y habilidades que realmente se requieren para construir un tejido empresarial y social sostenible.

REFERENCIAS

  • Pardo, D. (08 de junio de 2021). «El Paro Nacional nos afectó más que la pandemia»: el estallido social visto por los empresarios (y por qué creen que es una oportunidad para Colombia). BBC. Recuperado el 17 de noviembre de 2021, de https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-57366819

  1. Sandra Herrera, Máster en Dirección para el Desarrollo. Directora Escuela Internacional Creativa y de Innovación. Asesora en educación.
  2. José Mario Calle, Asesor en Educación Superior. Director de Proyectos Escuela Internacional Creativa y de Innovación